¿Cuándo comenzaste a escribir?
He contado historias toda mi vida. Las primeras se las dictaba a mi madre para que ella las escribiera, cuando yo todavía era demasiado pequeña para hacerlo bien.
¿Cuáles crees que son las ventajas y desventajas del relato corto?
Los relatos son como comer tapas. Puedes comer un par de bocados de algo maravillosos sin tener que convertirlo en la comida entera. Algunas ideas son interesantes para 200 palabras, algunas para 2000, algunas para 200000. Se trata de encontrar qué longitud encaja con tu idea.
¿Por qué escribes literatura fantástica? ¿Qué te permite esta literatura en oposición a la realista?
La ficción nos permite examinar ideas y personas íntimamente pero con cierta distancia. La ciencia ficción y la fantasía lo hacen todavía más: nos permite ver nuestro mundo desde un ángulo diferente e imaginar mundos en los que podríamos querer vivir o que nos gustaría evitar.
¿Sientes que tu escritura ha sido influenciada por otras autoras de tu contexto? ¿Cuál es el estado de la literatura fantástica escrita por mujeres en tu país?
La mayor parte de mis influencias principales son mujeres. Disfruto el trabajo de algunos hombres, pero ahí fuera hay muchísimas mujeres brillantes y las ha habido desde hace generaciones. Ahora mismo llevo a cabo el proyecto de redescubrir las obras interesantes y hermosas escritar por mujeres hace entre 40 y 100 años: cosas que no se convirtieron en cánon o en el mundo literario en general o en el mundo de la literatura de género pero que ahora tienen mucho que contarnos. Estoy orgullosa de tener abundantes amigues y colegues de todos los géneros que escriben literatura de género fantástico en este momento. Incluso ahora, en la ciudad en la que vivo, conozco a autoras de género fantástico que abarcan seis décadas: escritoras de 20, 30, 40, 50, 60 y ahora 70 años, que disfrutan enseñándose y aprendiendo las unas de las otras, al mismo tiempo que son amigas que beben café juntas y comparten conversación. Todavía hay problemas con los mayores esfuerzos promocionales, etc. dedicados al trabajo de los hombres, pero creo que las cosas están mejorando y espero que podamos continuar trabajando para mejorarlas todavía más.
¿Cuál es la génesis del cuento de tu autoría que presentamos en Las Escritoras de Urras? Cuéntanos alguna curiosidad o anécdota que te haya sucedido y que lo involucre.
Esta historia es muy difícil para mí, porque surge de mis experiencias con el hecho de tener una discapacidad (vértigo crónico). Una de las cosas más dolorosas que hace la gente es tratar de distanciarse de aquellos que lo han pasado mal, se convencen a sí mismos de que algo así no puede pasarle a ellos de ninguna forma... y esa es la semilla de esta historia.
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